¿Cuántas veces no hemos llegado a casa después de un día un tanto estresante y hemos deseado darle un buen masaje a nuestros pies?
Pues te voy a dar unas pautas para que sea posible.
Los pies realmente se benefician con un masaje. Son sensibles, delicados y resistentes a la vez. La planta de los pies tienen cientos de terminaciones nerviosas. Con solo tocarlos suavemente se experimenta una sensación general de bienestar y relajamiento en todo el cuerpo. Hay que diferenciar esto de lo que es la Reflexología Podal.
Un masaje en los pies puede ser todo lo que necesitas después de un largo día de trabajo. La próxima vez que quieras tratar bien a algún ser amado o para ti misma/o ofrece un masaje en los pies.
¿Que Necesitas?
1- Los masajes transfieren energía. Cuando das un masaje tienes que tener una actitud positiva.
2- Unas manos suaves y cálidas. A nadie le gusta que lo toquen con manos frías y menos durante un masaje. Calienta tus manos antes de un masaje.
3- Aceite. El aceite ayuda a que las manos toquen la piel suavemente eliminando la fricción. Es preferible usar aceites ligeros como el de almendra. Para hacer la experiencia más especial añade una o dos gotas de aceite esencial. Te recomendamos lavanda.
4- Una temperatura agradable. Es muy incómodo recibir un masaje en un cuarto muy cálido. Mucho calor o mucho frío hacen perder cualquier momento de relajamiento.
El Masaje
1- Desliza las manos en el pie desde los dedos hasta el tobillo. Repite hasta que sientas el pie relajado y cálido.
2- Levanta el pie con una mano y con la otra mueve el pie en forma rotativa de izquierda a derecha y viceversa. Tus movimientos deben ser suaves. Dos veces a cada lado.
3- Usando tu dedo pulgar presiona diferentes puntos en la planta del pie. Repite hasta que todo el pie este completo.
4- Usando tus dedos índice y medio presiona con movimientos circulares el área del tobillo.
5- Masajea cada uno de los dedos del pie usando tus dedos pulgar e índice. Rota cada dedo del pie en ambas direcciones y suavemente estíralo. Repite tres veces y al final estira bien (con cuidado) cada dedo.
6- Masajea todo el pie aplicando presión con tus manos. Los movimientos tienen que ser contrarios a la circulación sanguínea (de abajo hacia arriba).
7- Al final del masaje con una mano eleva el pie, con la otra empuja el pie hacia adentro (en dirección a la pierna). Repite dos veces.
Esperamos que disfrutes este masaje y tengas oportunidad de usarlo.
Namasté
Imagen de cabecera: Escalera, pies (Pxhere)
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